La colección de Jorgelina Giménez tiene su punto de partida en viejos frascos. Frascos que han transitado entre lo azaroso: sus primeros usos, la conservación por parte de sus dueños y lo arbitrario: el rescate y la investigación que gira en torno a ellos. Esta segunda etapa, “el rescate”, tiene como resultado la puesta en escena de la colección.
Cuatro frascos, cuatro historias, acontecimientos narrados que hacen que el mundo interior de estos recipientes se despliegue para ser mostrado mediante el relato de sus protagonistas y la reconstrucción de elementos fundamentales en la vida de los mismos. Jarabe, caramelos, mermelada, papeles se mezclan con primas, abuelas, secretos, especias, colores, vidrios y van desplegando hilos que se dan al espectador para conformar la trama.
jueves, 6 de mayo de 2010
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